divendres, 1 de març del 2013

Notas para un Texto del Futuro

. 
kelseylhayes.wordpress.com


. 
***

Queridas lectoras o lectores:

Tras haber anticipado una buena parte de lo esencial y publicable con razonables esperanzas de eludir la censura, tal vez sea llegado el momento de que, a su vez, vean la luz mis propias reflexiones,... bien, como ET declarado, en realidad se trata de las propias, pero también, sobre todo, de las reflexiones de mi yo del futuro realizadas en torno al texto que el mismo perpetró o perpetraré :-) ... 



NOTAS PREVIAS 

Salvo que me suceda lo que al personaje del escritor en la película "Amanece, que no es poco", lo que sigue a continuación es, en principio, fruto original de mi mente. Pero claro, si sabemos algo, es obvio que ello se lo debemos, entre otras cosas, a las obras y escritos que se curraron las generaciones precedentes, por lo que nunca se sabe dónde está el genuino límite de la originalidad. 

Y todo ello suponiendo, a su vez, que tal originalidad de verdad exista y no sea en sí más que una pura entelequia, siendo la auténtica realidad que lo sabemos todo desde siempre, aunque habitualmente nos pase que no recordemos tan importante detalle. Por cierto, y al hilo. ¿Alguien podría detallarme en qué difiere lo original de lo raro? ¿Dónde está, igualmente, la diferencia entre que algo se catalogue de irreverente o transgresor o que, por el contrario, se lo califique de repugnante o vomitivo? 

* * *

No sé si conseguiré remover conciencias, pero estómagos, seguro, porque, innata o adquirida, el caso es que enseguida comprobarán que poseo la sorprendente, aunque involuntaria, capacidad de ofender, disgustar o herir a todo el mundo sin excepción. Sin embargo, y aunque estos tal vez sean los escritos de un trastornado, para nada son los delirios de un degenerado. Puede parecer lo mismo, pero hay una gran diferencia.

* * *

*****Queridas viajeras, como yo procedentes del lejano futuro, que me vais a acompañar en este viaje. Os recuerdo que estamos en lo que es nuestro pasado, no nuestro futuro. 

Y también me permito apuntar que tal vez hayamos venido aquí para algo más que el exclusivamente divertirnos y pasárnoslo bien, pues no todos los tiempos de la Humanidad albergaron la misma felicidad para los miembros de nuestra especie.*****  

* * *


Introducción I (año 2.011) 

---Uno de los vuestros y vuestras--- 

Pueden creerme o no, pero todo indica que tengo existencia real tanto en este mundo de inicios del tercer milenio del cristianismo como en el, para esta época citada, en principio un tanto remoto futuro año 3.434 de la Era del Gran Descubrimiento, año que, traducido a esa datación de origen cristiano es, ni más ni menos, que el 28.251. 

Y, desde luego, lo que les tengo que contar no es nada precisamente referente a la primera de esas fechas, porque me consta que, sobre eso, no tengo al parecer nada especialmente novedoso o interesante que aportar. Diferente, sin embargo, espero que sucederá con lo que relataré sobre la sociedad y el conocimiento en esa otra época, para la mayoría de vosotras aún desconocida, y adentrada en el incierto futuro.  

Claro, siempre podéis optar por no creeros una palabra de todo esto, y desde luego estaréis en vuestro legítimo (y sano) ejercicio de uno de los derechos más elementales de ser humano alguno, poder creerse lo que le venga en gana. Aunque claro, luego a cada uno y una le tocará asumir las consecuencias, muchas de ellas fatalmente inevitables, de según qué comportamientos. 

Bien, ante tan concebible escepticismo, por supuesto se ha introducido la oportuna prueba de verificación, demostrativa de que esto no es un cuento chino. Así que, si vuestra impaciencia o vuestra falta, quizá, de ductilidad de poder de entrada aceptar que hasta lo imposible a lo mejor es posible, id a buscar esa prueba, y espero reencontraros a muchas de vosotras de aquí a no demasiado. Para las demás, y para vosotras que regresaréis, sigo.

Una vez se ha constatado la veracidad de algún nuevo (o no tan nuevo) vericueto hasta entonces insospechado referente al funcionamiento de nuestras mentes y nuestros cuerpos, una de las peores cosas que puede hacerse es la de entregarse sin más al horror, tomándolo como argumentación, al propio horror, en vez de intentar empezar a buscar alternativas de superación a los problemas que pueda haber planteado o generado tal presunto horror descubierto en nuestra forma de ser. 

Así pues, hablemos de diversos aspectos de todo ello. 

Por lo que sabemos, es un hecho el que, a nivel de inteligencia racional, no existen visibles diferencias en función de que las personas seamos varones o mujeres, mientras que es una obviedad que, en lo referente a la inteligencia emocional, el varón adulto presenta, presentamos, una notable inferioridad respecto a cualquiera de las otras formas de vida humana existentes, a saber, mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas. 

E incluso en este "avanzado" 28.251, en el que las humanas hemos recuperado buena parte de nuestras innatas capacidades para la telepatía, tal "retraso" o inferioridad manifiesta de los varones en ese terreno emocional es una obviedad total y absoluta.

Digo todo esto porque si no, en cuanto empiece a contar cómo van según qué cosas en 28.251, si nos limitamos a reaccionar con horror, de nada valdrá lo que, desde el terreno de la racionalidad, se pueda aportar o argumentar. 

Sí, es cierto que la racionalidad no lo es todo, pero no es menos cierto que basarse en constatables errores de corte científico o aritmético es la vía más segura para cosechar inevitables y dolorosos fracasos, a veces abiertamente catastróficos, por más fresca y jugosa que pueda inicialmente plantearse la vertiente "sugerida" por la mera inteligencia emocional sobre los temas. 

Así que, aunque en efecto la inteligencia racional no lo sea todo, sin ella (no digamos ya contra ella), lisa y llanamente estamos completamente perdidas, y abocadas a todo tipo de calamidades. 

Al hilo, he podido constatar que dos cosas horrorizan especialmente en el atrasado mundo que recién comenzó ese tercer milenio de cristianismo y otras hierbas. Las dos cosas son el terrorismo y la pornografía infantil. ¿Cierto, o no? Y, si somos sinceras del todo, horrorizar horrorizar solamente horroriza la pornografía infantil. 

Pues bien, mi opinión es que mal vamos si horroriza más la pornografía infantil que la efectiva esclavitud, sexual o laboral, de millones y más millones de niños y niñas en ese inmaduro mundo aún dividido en estados y otras zarandajas que a una de mis dos entidades le toca constantemente padecer. 

Y además, analizando otra rama de la cuestión, la realidad es que la solución nunca irá por enfermizamente intentar impedirle a los niños que vean pornografía, sino que el único camino posible de superación de los escollos va precisamente por el sentido contrario, conseguir que la tal pornografía, mucho menos la de vuestra época, no tenga en realidad nada que aportarles porque sus vivencias reales en tales terrenos superen de largo lo que tal temática pueda en momento alguno suscitar. 

Por descontado, me refiero en exclusiva a experiencias amparadas en la existencia de algo más que la pura atracción física, basadas en el conocimiento, las empatías positivas, síncronas o recíprocas, por supuesto en el amor, el cariño... y el más profundo de los enamoramientos, claro, aunque solamente sea por la parte del niño cuando en su juego incluyan a personas adultas, adultas que nunca harán proposiciones a menores, pero que tampoco podrán rechazar, así como así, las peticiones al respecto que puedan recibir por parte de los chavales. 

Sé de qué me hablo, je, je, porque yo vivo también, os lo vuelvo a recordar, en ese otro mundo para vosotras futuro, y mi profesión, allí, me temo que os va resultar de lo más curiosa o chocante. 

Bueno, ya veréis (si queréis) de qué va todo, son muchas las temáticas, no todo, ni la mayoría, es sexo y erotismo. En cuanto a mi "yo" de inicios del tercer milenio del cristianismo, olvidadme porque, como es lógico, ya no volveré a aparecer para nada en el resto de este relato ensayo de anticipación fantástica.  


...y en fin, mientras me decido o no a publicar la "Introducción II" (y es que, pese a que comentan que lo básico te lo dan todo resuelto, la verdad es que, por ahora, no me apetece demasiado ingresar en prisión o en un psiquiátrico), anticipo que, salvo imprevistos, el próximo post abordará algunas cuestiones o dudas surgidas en torno a todo este relato. 
. 
. 
saludos cordiales. 
ET & forrest gump. 
.. 

. 
arquitrecto.com

. 

******************
.. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada